Transigrafía

Aquí les dejo un pequeño registro de lo que fue mí primer acercamiento a la "transigrafía", el cual fue el día viernes 6 de mayo, en horario de clases.

A modo de interpretación, creo que aquel día fue bastante grato tanto como experiencia colectiva y personal, ya que cada uno usó su bitácora para crear imágenes a través de la tinta china y cañas de colihue (las cuales fueron confeccionadas por los ayudantes y el profesor).

La experiencia fue mágica (desde el "lavado de mirada", el barco quemado, la música, etc), y desde mi percepción, más que una clase fue como una especie de ritual en el que pude conectarme conmigo misma y al mismo tiempo con el lugar a través de mis sentidos.

También se nos hizo elegir un objeto de la playa, el cual nos llevaríamos como una metáfora de llevarse una parte del lugar.

Al comienzo elegí conchas, ya que siempre que voy a la playa me llevo algunas porque me gusta su forma, pero luego encontré una parte de una pinza de un cangrejo, y me llamó la atención por sus colores.

Según la psicología del color, se supone que el violeta o "morado", suele representar la sensibilidad, espiritualidad, la creatividad e incluso la magia, cosa que relacioné y me hizo sentido con el ritual.

También quiero hacer esa relación entre el frío del lugar (era un día nublado y con viento) con la misma tonalidad fría del color.

Aquí me dejé llevar y después de un rato pude reflexionar y ahondar en mis propios pensamientos.

"El viento me pegó fuerte en la cara. Han sido días tristes, con la soledad a flor de piel.

A pesar de ello, es reconfortante la calma que me produce el mar, con su frescor y su olor.

Pauso un momento para sentirme, y respirar.

Siento el olor tóxico de los químicos y la madera quemada, me pega fuerte pero me transmite calor, para volver a sentir el viento helado y el olor del mar".

Si bien nunca me gustó mucho el clima frío, reconozco que últimamente lo he llevado mejor, ya que es más coherente con mi sentir, quizás es por esto que pude conectarme más con la playa y la propia experiencia.

Cuando atardeció, se sintió el calor del sol, el cual fue agradable pues hacía mucho frío.

Finalmente, quise hacer esta especie de luz saliendo del mar y las rocas (los cuales fueron mi principal foco de atención visual), la cual a pesar de no tener un significado concreto, se relaciona con mis emociones y ese cambio entre el frío y ese sentimiento de calidez que me fue dejando el sol del atardecer y el fuego.